PLEASANTVILLE
(Amor en Colores)
Con
una hermosa fotografía perfecta musicalización, Pleasantville, dirigida por Gary Ross, nos muestra
la típica vida norteamericana, aquel sueño americano tan anhelado por todo el mundo, tanto principios de los 90 como de los 50; los
perfectos suburbios, la linda familia (padre trabajador y responsable, madre
hogareña e hijos perfectos y sin problemas) y una sociedad dormida y
encarcelada en su propia perfección.
A
través de una metáfora centrada en la
conquista de la televisión sobre la sociedad, donde los adultos viven y/o
sobreviven en su propia realidad y los adolescentes escapan de ella atraves de
programas de concursos, noticias sensacionalistas y sitcoms. La película nos muestra como los personajes vuelven a cobrar vida, a quitarse el maquillaje ante la sociedad, a vivir en technicolor, ya que al final de cuentas lo importante es ser tú
mismo y disfrutar tu propia realidad, sin importar que tan difícil sea esto incluso ir
en contra de los ideales establecidos.
Cabe
destacar que la representación del conocimiento se ejemplifica de una excelente
manera: conocer, pensar, buscar e ir más allá, es objeto de culpabilidad, incluso de pecado, ante la
sociedad y lo es más si la que piensa y actúa es una mujer, los tabúes que se
plantean en la película están muy bien planteados, además de que la atmósfera es muy
buena y está bien llevada.
En
cuanto a los aspectos técnicos son de primera, no por nada les valió tres nominaciones al Oscar, en las categorías de mejor banda sonora, mejor diseño de vestuario y mejor dirección artística. Las actuaciones ni se diga, vemos a unos jovensísimos Tobey Maguire y Reese Witherspoon muy bien dirigidos y respaldados con actores como William H. Macy y Joan Allen
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